Los números escritos representan cantidades y si quieres poner las bases para el cálculo, debes comenzar por ofrecer actividades para desarrollar precisamente esa abstracta noción.
Su comprensión no se llega a través de la escritura sino que el niño o la niña la construirá mediante su experiencia, tanto en sus pequeñas acciones diarias como manipulando materiales preparados.
Cuando añadimos un tenedor a la mesa o nos falta una silla, por poner dos ejemplos, el niño está trabajando el concepto de cantidad ya que esta siempre va estrechamente relacionada con las operaciones de añadir o quitar. Se va dando cuenta de que no tiene que ver con la forma que tienen los objetos ni con el color o su posición en el espacio, sino que es un nuevo concepto.