En la educación infantil, uno de los objetivos fundamentales es la adquisición de habilidades de lectoescritura, que comienza con el reconocimiento y aprendizaje de las vocales. Estas son los cimientos sobre los cuales se construye la capacidad de leer y escribir. En este contexto, el uso de recursos manipulativos se ha revelado como una herramienta pedagógica esencial para facilitar y enriquecer este proceso de aprendizaje.

El aprendizaje activo es fundamental en la educación infantil. Los recursos manipulativos animan a los niños a participar activamente en su proceso de aprendizaje:

Involucramiento Activo: Los niños se sienten más comprometidos y motivados cuando pueden interactuar físicamente con los materiales de aprendizaje.
Desarrollo de la Autonomía: Manipular recursos les permite experimentar y explorar de manera independiente, lo que fortalece su capacidad para resolver problemas y tomar decisiones.