Competencia Lingüística, Lectoescritura, Lectura

Método lectura global animales

Os dejamos este material que nuestra amiga Anabel de PiruleTEA ha querido compartir con todos nuestros seguidores y seguidoras, os recomendamos seguirla en su blog y redes sociales.

Una de las herramientas más empleadas en la enseñanza de la lectura y la escritura para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es el enfoque global de lectoescritura. Esta metodología resulta especialmente eficaz porque se ajusta a las particularidades cognitivas y de aprendizaje propias de este colectivo. No obstante, es importante aclarar que no se trata del único camino posible.

Este enfoque parte de la presentación de palabras o frases completas, tratándolas como unidades visuales significativas, similares a imágenes. A diferencia de los métodos silábicos o fonéticos, que construyen el aprendizaje desde los sonidos o las letras individuales hacia la palabra completa, el método global propone el recorrido inverso: primero se identifica la palabra entera y, más adelante, se puede descomponer en partes más pequeñas como sílabas o letras.

¿Por qué suele funcionar en personas con TEA?

  • Muchas de ellas tienen una gran capacidad para retener imágenes visuales, lo cual facilita el reconocimiento de palabras como si fueran símbolos.

  • Se adaptan mejor a esquemas estructurados con apoyos visuales constantes.

  • Esta técnica permite sortear, en parte, las dificultades asociadas al procesamiento fonológico.

  • Además, permite introducir palabras que tienen sentido y utilidad en su vida diaria, lo que favorece la motivación y la comunicación.

Elementos fundamentales de esta estrategia:

  • Vocabulario funcional desde el inicio: se seleccionan palabras que tengan relevancia emocional o práctica, como nombres propios o acciones cotidianas (“comer”, “papá”, “jugar”).

  • Apoyo visual directo: cada palabra se muestra junto a una imagen representativa o el objeto concreto.

  • Vínculo entre palabra, imagen y acción: se trabaja la comprensión y el uso del término en contextos reales.

  • Práctica repetida y contextualizada: se busca que la persona generalice el aprendizaje en diversas situaciones.

  • Transición progresiva al análisis fonológico: si las condiciones lo permiten, se introduce posteriormente la descomposición en sonidos o sílabas.

    Una de las herramientas más empleadas en la enseñanza de la lectura y la escritura para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es el enfoque global de lectoescritura. Esta metodología resulta especialmente eficaz porque se ajusta a las particularidades cognitivas y de aprendizaje propias de este colectivo. No obstante, es importante aclarar que no se trata del único camino posible.

    Este enfoque parte de la presentación de palabras o frases completas, tratándolas como unidades visuales significativas, similares a imágenes. A diferencia de los métodos silábicos o fonéticos, que construyen el aprendizaje desde los sonidos o las letras individuales hacia la palabra completa, el método global propone el recorrido inverso: primero se identifica la palabra entera y, más adelante, se puede descomponer en partes más pequeñas como sílabas o letras.

    ¿Por qué suele funcionar en personas con TEA?

    • Muchas de ellas tienen una gran capacidad para retener imágenes visuales, lo cual facilita el reconocimiento de palabras como si fueran símbolos.

    • Se adaptan mejor a esquemas estructurados con apoyos visuales constantes.

    • Esta técnica permite sortear, en parte, las dificultades asociadas al procesamiento fonológico.

    • Además, permite introducir palabras que tienen sentido y utilidad en su vida diaria, lo que favorece la motivación y la comunicación.

    Elementos fundamentales de esta estrategia:

    • Vocabulario funcional desde el inicio: se seleccionan palabras que tengan relevancia emocional o práctica, como nombres propios o acciones cotidianas (“comer”, “papá”, “jugar”).

    • Apoyo visual directo: cada palabra se muestra junto a una imagen representativa o el objeto concreto.

    • Vínculo entre palabra, imagen y acción: se trabaja la comprensión y el uso del término en contextos reales.

    • Práctica repetida y contextualizada: se busca que la persona generalice el aprendizaje en diversas situaciones.

    • Transición progresiva al análisis fonológico: si las condiciones lo permiten, se introduce posteriormente la descomposición en sonidos o sílabas.

      Una de las herramientas más empleadas en la enseñanza de la lectura y la escritura para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es el enfoque global de lectoescritura. Esta metodología resulta especialmente eficaz porque se ajusta a las particularidades cognitivas y de aprendizaje propias de este colectivo. No obstante, es importante aclarar que no se trata del único camino posible.

      Este enfoque parte de la presentación de palabras o frases completas, tratándolas como unidades visuales significativas, similares a imágenes. A diferencia de los métodos silábicos o fonéticos, que construyen el aprendizaje desde los sonidos o las letras individuales hacia la palabra completa, el método global propone el recorrido inverso: primero se identifica la palabra entera y, más adelante, se puede descomponer en partes más pequeñas como sílabas o letras.

  • ¿Por qué suele funcionar en personas con TEA?

    • Muchas de ellas tienen una gran capacidad para retener imágenes visuales, lo cual facilita el reconocimiento de palabras como si fueran símbolos.

    • Se adaptan mejor a esquemas estructurados con apoyos visuales constantes.

    • Esta técnica permite sortear, en parte, las dificultades asociadas al procesamiento fonológico.

    • Además, permite introducir palabras que tienen sentido y utilidad en su vida diaria, lo que favorece la motivación y la comunicación.

    Elementos fundamentales de esta estrategia:

    • Vocabulario funcional desde el inicio: se seleccionan palabras que tengan relevancia emocional o práctica, como nombres propios o acciones cotidianas (“comer”, “papá”, “jugar”).

    • Apoyo visual directo: cada palabra se muestra junto a una imagen representativa o el objeto concreto.

    • Vínculo entre palabra, imagen y acción: se trabaja la comprensión y el uso del término en contextos reales.

    • Práctica repetida y contextualizada: se busca que la persona generalice el aprendizaje en diversas situaciones.

    • Transición progresiva al análisis fonológico: si las condiciones lo permiten, se introduce posteriormente la descomposición en sonidos o sílabas.

Método de lectura global animales

 

Acerca de orientacionandujar

Orientación Andújar no es solo un blog, es la apuesta personal de dos profesores Ginés y Maribel, que además de ser pareja, son los encargados de los contenidos que encontramos dentro del blog y en el cual, vuelcan la mayor parte del tiempo, que sus tareas como docentes, y voluntarios en sus meses de verano les permite.

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