Estas bolas navideñas están diseñadas para entregarlas a los niños y permitirles colorearlas libremente, dejando que cada uno exprese su personalidad, sus gustos y toda su creatividad. Cada pequeño puede escoger sus colores favoritos, añadir detalles propios y transformar el diseño en algo que sientan verdaderamente suyo. Una vez terminadas, las bolas pueden colgarse tanto en el árbol de casa como en el árbol del aula, convirtiéndose en un adorno único y lleno de significado. No solo decoran: también representan el esfuerzo, la emoción y el cariño que los peques ponen en cada trazo, reflejando su entusiasmo por estas fechas y por los personajes que tanto les gustan.

Al combinar dos elementos que fascinan a los niños —la magia de la Navidad y sus personajes favoritos— se crea un ambiente cálido, motivador y lleno de ilusión dentro del aula. Este recurso no solo impulsa la creatividad, la imaginación y la motricidad fina, sino que también añade un toque festivo que transforma cualquier actividad cotidiana en un momento especial. Las clases se llenan de color, de conversaciones espontáneas y de esa emoción propia de la Navidad que hace que todo parezca posible. De esta manera, cada bola decorada se convierte en un pequeño recuerdo que los niños llevarán consigo, y en una experiencia compartida que fortalece el vínculo del grupo y hace que estas semanas previas a las fiestas sean verdaderamente inolvidables.