Cuando nuestros hijos son pequeños, dependen totalmente de nosotros. Somos responsables de protegerlos, alimentarlos y educarlos. Se encuentran totalmente subordinados a nuestra autoridad. Sin embargo, conforme crecen estamos obligados a reducir de manera gradual esta dependencia y esta subordinación. Recuerde: educamos a los hijos para que sean libres, esto es, para que un día levanten el vuelo y sean autónomos. Pocas cosas hay tan tristes como un hijo adulto que nunca aprendió a desprenderse de sus padres y a vivir su propia vida.
• Amplíe gradualmente los márgenes de libertad de sus hijos dándoles nuevos derechos y responsabilidades en casa.
• Establezca con ellos los límites de su libertad (horarios, salidas, permisos, etcétera).
• Discuta con sus hijos la idea de que el grado de libertad que se les otorga está en función de su edad, madurez y conducta.
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Cuento para trabajar la LIBERTAD con niños. La pequeña alfarera
DIÁLOGO Y COMUNICACIÓN
EL ELEFANTE Y LOS SEIS SABIOS
AMISTAD
El leon y el raton
EMPATÍA
La ratona que sabía ladrar
DIVERSIDAD
El burrito albino
Adaptación del relato tarahumara referido por Otilia Meza en su libro Leyendas prehispánicas mexicanas.
FUENTES: http://www.fundaciontelevisa.org/
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