Nuevas Metodologías

Círculo del aprendizaje a través de la experiencia o ciclo de aprendizaje de Kolb

 

Según Kolb, a la hora de aprender se ponen en juego cuatro capacidades diferentes:

  1. Capacidad de Experiencia Concreta (EC): ser capaz de involucrase por completo, abiertamente y sin prejuicios en experiencias nuevas.
  2. Capacidad de Observación Reflexiva (OR): ser capaz de reflexionar acerca de estas experiencias y de observarlas desde múltiples perspectivas.
  3. Capacidad de Conceptualización Abstracta (CA): ser capaz de crear nuevos conceptos y de integrar sus observaciones en teorías lógicamente sólidas.
  4. Capacidad de Experimentación Activa (EA): ser capaz de emplear estas teorías para tomar decisiones y solucionar problema

David A. Kolb y Roger Fry crearon el conocido como “Círculo del aprendizaje a través de la experiencia”. Los autores argumentan que el aprendizaje puede comenzar en cualquiera de los cuatro  puntos, aunque los más habitual sea comenzar por una experiencia concreta. Igualmente señalan que más que un círculo, debe entenderse la progresión cognitiva como una espiral que va pasando sucesivamente por cada uno de los cuatro tipos de actividades. Como desarrollo de este modelo, los autores propusieron un cuadro de estilos cognitivos: dado que no era habitual que los distintos individuos fueran igualmente capaces en los cuatro tipos de actividad, podían distinguirse cuatro estilos según sus competencias se inclinasen más por un tipo de actividad u otro.

ciclo de aprendizaje de Kolb

FUENTE: https://www.theflippedclassroom.es

 

FUENTE: GARBIÑE LARRALDE 

 

Seguramente muchos de los que leáis esta entrada ya conocéis el Ciclo de Kolb. Por si no fuera el caso, una pequeña introducción: la teoría de David Kolb destaca como protagonista del proceso de aprendizaje el papel que juega la experiencia, en contraposición a las ideas más tradicionales, las cuales parten de una teoría abstracta previa que se pondrá luego en práctica para comprobar su validez. Para Kolb, la experiencia debía ser la base de la observación y reflexión posteriores, y no la consecuencia posterior de ellas. De esta forma, siempre según Kolb, para que exista un aprendizaje eficaz, debe darse un proceso que incluye cuatro fases:

1

Hacemos algo o tenemos una experiencia sensorial concreta y novedosa.

2

Reflexionamos sobre la experiencia vivida, estableciendo conexiones entre lo que hicimos y los resultados que obtuvimos.

3

Mediante dicha reflexión, extraemos y generamos conclusiones con carácter general, aplicables a contextos más amplios que los de la simple experiencia anterior.

4

Ponemos en práctica dichas conclusiones, probando su validez y tomándolas como guía para resolver nuevos problemas que tengan alguna relación con la experiencia observada.

Completado el proceso, vuelve a reiniciarse con la primera etapa, ya que estamos llevando a cabo una nueva experiencia. Por tanto, este ciclo no es cerrado, sino que se concibe como una espiral continua.

 

Todo esto sirvió a Kolb para generar su Teoría del Aprendizaje Experiencial, en el que distinguía cuatro estilos de aprendizaje, según seamos “más fuertes” en una u otra fase. Esos cuatro estilos y sus características (según Vergara Cano, Carlos A) son:

Divergente

Las personas divergentes manifiestan habilidades dominantes que se observan en las áreas de la experiencia concreta y observación reflexiva.

Asimilador

Los asimiladores son expertos en áreas de abstracción, conceptualización y observación reflexiva.

Convergente

Las personas con este estilo de aprendizaje poseen habilidades predominantes en las áreas de la abstracción, conceptualización y experimentación activa.

Acomodador

Las personas con este tipo de aprendizaje suelen tener su fortaleza en la experiencia concreta y experimentación activa.

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