Estas rimas o retahílas, con más ritmo que sentido, las enseño a mis alumnos para que ellos mismos definan, mediante el silabeo, el turno en los juegos evitando peleas.
Se pueden utilizar en contextos familiares: para poner la mesa, para recoger la mesa, para secar los platos, para guardar los juguetes, etc.
Estas rimas suelen tener desde un par de versos hasta bastante largos, incluyendo hasta diálogos; sus frases son cortas y sin nexos y utilizan frecuentemente los diminutivos, palabras distorsionadas, inventadas, repetidas e incluso se llegan a realizar preguntas y exclamaciones.
Se inicia con los niños en ronda y el que recita los irá señalando, comenzando por él mismo. Si toda la ronda ha sido señalada y la retahíla no ha terminado, se continúa comenzando de nuevo por el que recita hasta que se acabe. El último niño señalado en ese momento es el «elegido».
Canciones y retahilas para sortear juegos entre amigos-as