Algunos de mis alumnos de 1º de primaria presentaban muy baja motivación hacia el aprendizaje de la lectura y la escritura, por lo que me tuve que plantear toda una batería de herramientas con las que hacer que mostraran interés. Una de las que más me ha ayudado es el pasaporte de lectura, o más bien los sellos que pueden poner en cada letra cuando está adquirida. ¿Cómo lo hacemos? Cada semana introducimos una letra nueva que vamos trabajando durante todas las sesiones a través de dictados mudos, minilibros de palabras, bingos de sílabas, memory imagen palabra, dominó… Al final de la semana deben de ser capaces de leer diez palabras que comiencen o contengan esa letra y tres mini oraciones correctamente. Si la «prueba final» va bien, pueden poner tantos sellos como quieran en el hueco que acompaña a la letra trabajada, si no, queda pendiente para seguir insistiendo en ella hasta que consigan automatizar la lectura.