Corría el año 1880 cuando un farmacéutico alemán llamado Franz Kolb creó un material que le regalaría horas de disfrute a los niños de todo el mundo: la plastilina. Todo comenzó porque algunos de sus amigos escultores se quejaron de que era muy difícil moldear la arcilla en verano puesto que se secaba enseguida. Así inventó la plastilina, un material más maleable con el que a la mayoría de los niños les encanta jugar.
Seis buenas razones para que los niños jueguen con plastilina
1. Estimula la creatividad
2. Potencia la concentración
3. Desarrolla la motricidad fina
4. Facilita la expresión emocional
5. Aprende a diferenciar colores y formas
6. Fomenta el desarrollo de la personalidad