Los juegos de mesa pueden ser muy buenos y educativos para toda la familia por varias razones. En primer lugar, los juegos de mesa pueden mejorar la habilidad de resolución de problemas y la toma de decisiones de los jugadores. Además, también pueden mejorar la concentración y la atención, ya que los jugadores deben prestar atención a las reglas y al juego en sí. Los juegos de mesa también pueden fomentar el pensamiento estratégico y la cooperación, ya que muchos juegos requieren que los jugadores trabajen juntos para ganar. Además, los juegos de mesa pueden ser una forma divertida y relajante de pasar el tiempo en familia y fortalecer los lazos familiares.
1.- DIXIT
El claro ejemplo de un juego para toda la familia es ‘Dixit’. Este juego de cartas ayuda a los peques de la casa a desarrollar la imaginación porque tendrán que averiguar cuál de las cartas de sus compañeros inspiró una frase misteriosa. ¿Quién será el más perspicaz de la partida?
2.- Yiida
Cuando juegues, tu cerebro piensa rápidamente. El juego ofrece varios desafíos para tus habilidades de pensamiento y estratégicas.
Desarrolla el pensamiento estratégico, cultivando habilidades de resolución de problemas y memoria. Prueba el pensamiento crítico mientras entrena la memoria y la imaginación espacial.
3.- Blokus
En casa nos gusta descubrir todo tipo de juegos de mesa, puzles, rompe-cabezas, etc. Blokus nos ha parecido un juego de mesa que reúne varias de estas características. Es un juego de mesa de estrategia abstracto, de dos a cuatro jugadores, en la que cada jugador cuenta con un número de piezas que tendrá que ir encajando hasta tratar de conseguir colocarlas todas.
4.- Tribu Familiar
Es un juego muy fácil de jugar y muy divertido. Se hace bastante ameno ya que tiene pruebas intercaladas entre las imitaciones de acentos. Otro de los puntos que nos encanta es que todo está enfocado a que somos una Tribu y el Jefe de la Tribu va cambiando en cada ronda.
Muy recomendable y además para todas las edades.
5.- AMOR CON PALABRAS – Familias
Es una baraja con preguntas para que toda la familia pueda hablar, está bien en general porque fomenta la comunicación y también ayuda a los niños que les cuesta más contar sus cosas.
¡Nos encanta!
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