Una tarjeta con los datos principales de los alumnos proporciona a los profesores información de contacto esencial, como los nombres de los padres o tutores y sus números de teléfono o correos electrónicos. Esto simplifica enormemente la comunicación entre la escuela y los padres, permitiendo a los profesores informar sobre el progreso académico, eventos escolares, reuniones de padres y otras cuestiones relevantes.

En casos de emergencia, como accidentes o enfermedades, contar con información de contacto actualizada es fundamental. Los profesores pueden comunicarse rápidamente con los padres o tutores para obtener asistencia o informar sobre la situación. Esto garantiza la seguridad y el bienestar de los estudiantes en momentos críticos.

Tener un registro centralizado de los datos principales de los alumnos ahorra tiempo a los profesores en la gestión de clases y actividades escolares. Ya no es necesario buscar información dispersa en documentos o sistemas diferentes, lo que permite a los profesores concentrarse más en la enseñanza y el apoyo individualizado.