e este modo, una buena situación de aprendizaje desde el punto de vista curricular, que no está contextualizada y no tiene en consideración las motivaciones del alumnado al que va dirigida, fracasará. Por ello, cualquier diseño externo puede ser un buen punto de partida, pero requiere de una necesaria adaptación a la realidad donde vamos a aplicarlo.

Por otro lado, una situación de aprendizaje que solo y exclusivamente parte de las necesidades e intereses de nuestro alumnado, pero que en el diseño no tiene en cuenta su anclaje curricular, no solo fracasará sino que no responderá a la búsqueda del desarrollo curricular previsto y, por lo tanto, la evaluación de la misma será, cuando menos, no válida.

El centro organizador nos posibilita tener una visión de conjunto de estas dos cuestiones, además de añadir otras que dan valor añadido a nuestra propuesta. Es una forma visual de atender a las ideas que, de diferentes, fuentes aportan calidad al diseño de mi situación de aprendizaje.

Por ello, debemos recordar que las instrucciones nos indican un esquema para este diseño. Abordaremos, en un primer momento, el planteamiento general de la situación de aprendizaje, concretando la descripción del producto, reto o desempeño (es la consecuencia de realizar el centro organizador) a través de la búsqueda de su finalidad (justificación de la propuesta), aunando dos pilares: la localización del centro de interés (es decir, la motivación y el contexto) con su concreción curricular.

Si nos fijamos, con este planteamiento, cumplimos con los cuatro primeros pasos previstos.

¿Por qué planteamos este procedimiento? En primer lugar, supone conciliar dos aspectos que no deben estar enfrentados, pues la propia definición de situación de aprendizaje lo considera así: currículo y realidad del alumnado deben ir de la mano. El carácter integrador de la propuesta va en este sentido.

Por otro lado, todo lo reflejado en la normativa para el diseño de una situación de aprendizaje es deseable tenerlo en cuenta. Sin embargo, tal como vimos en el módulo 1, debemos poner el foco en algunos requisitos o consideraciones claves para que una situación de aprendizaje sea tal.

De igual manera se ha considerado interesante tener en cuenta otros aspectos que mejorarán el planteamiento general de la situación de aprendizaje. Os proponemos incluir posibles pautas y actuaciones recogidas en el Plan de Actuación Digital, en planes y programas del centro educativo, aspectos relacionados con el plan de formación, plan de mejora…

Por último, es determinante una vez planteado el reto, producto o desempeño reflexionar qué demanda la situación de aprendizaje al docente en lo referido a su estilo y su entorno personal de aprendizaje. Por ejemplo, si vamos a plantear una situación de aprendizaje que requiere el uso de una aplicación, de una estrategia metodológica que no domino en su totalidad, siempre podré buscar un compañero/a en el centro que me ayude con la misma, o bien buscar información en distintas fuentes.