Este ejercicio invita a los niños a imaginar y diseñar su disfraz ideal para Halloween. A través de la creatividad, los alumnos tendrán que pensar en cómo sería ese disfraz único, qué elementos lo componen, y por qué lo consideran perfecto. La actividad incluye una ficha donde los estudiantes pueden dibujar su diseño y escribir una breve descripción del disfraz, explicando sus características y por qué lo eligieron.

Permitir que los niños creen su propio disfraz ideal les da libertad para explorar su imaginación. Al no estar limitados por opciones tradicionales, pueden inventar disfraces completamente originales o mezclas de personajes, lo que fortalece su pensamiento creativo. Al tratarse de un proyecto personal y original, los niños se sienten orgullosos de sus creaciones. Poder compartir sus ideas con los demás les permite expresar su individualidad y aumentar la confianza en sus habilidades.

Los alumnos no solo dibujan su disfraz, sino que también tienen que describirlo y explicar por qué es su elección. Este ejercicio los ayuda a organizar sus ideas, mejorar su redacción y, si lo presentan ante sus compañeros, practicar la expresión oral. La actividad no solo se enfoca en la creatividad, sino también en la reflexión. Los alumnos deben justificar por qué su disfraz es el «perfecto», lo que los invita a analizar sus decisiones y fortalecer su capacidad de argumentación.