El aprendizaje del código alfabético es un paso fundamental en los primeros cursos de la educación primaria, ya que permite a los alumnos comprender y manejar el orden correcto de las letras del abecedario. Esta destreza es clave para muchas tareas de la vida escolar: buscar palabras en el diccionario, ordenar listas, comprender mejor la escritura y reforzar la lectura.
Este ejercicio resulta especialmente valioso para niños con dislexia, ya que les ayuda a reforzar la secuencia y el orden de las letras del abecedario, una de las dificultades más comunes en este trastorno del aprendizaje. Al tener que identificar qué letra va antes y cuál después, los alumnos trabajan la memoria secuencial, la orientación espacial y temporal, y desarrollan estrategias para organizar la información de manera más clara y estructurada. Además, este tipo de práctica favorece la automatización del reconocimiento de letras, lo que mejora la fluidez lectora y reduce los errores de omisión, inversión o sustitución. En definitiva, trabajar con el código alfabético de forma práctica y repetida proporciona a los niños con dislexia una base más sólida para enfrentarse con seguridad a la lectura y la escritura.
Código alfabético





