Puede que los niños y niñas no hagan mucho caso cuando les dice que se laven las manos antes de las comidas pero es un mensaje que vale la pena repetir. Lavarse las manos es sin duda la mejor manera de evitar la propagación de bacterias, patógenos y gérmenes y de proteger a nuestros hijos e hijas de numerosas enfermedades.
Los gérmenes organismos como las bacterias y los viruses – pueden ser transmitidos de muchas maneras diferentes, especialmente al tocar manos sucias o cambiar pañales sucios. Otras maneras de progapar gérmenes incluyen:
- a través de agua o comida contaminada
- a través de gotitas expulsadas durante la tos o un estornudo
- a través de superficies contaminadas
- a través de los flujos corporales de una persona enferma
Si los niños recogen gérmenes de una de estas fuentes de propagación, pueden infectarse sin darse cuenta simplemente al frotarse los ojos, la nariz o la boca. Y una vez que han sido infectados, generalmente es sólo cuestión de tiempo antes de que toda la familia se contagie y contraiga la misma enfermedad.
Cómo lavarse las manos correctamente
- Lávese las manos con agua tibia. Asegúrese de que el agua no esté demasiado caliente para las manos de los más pequeñitos
- Utilize jabón y frótese las manos vigorosamente de 20 segundos (no hace falta que utilice jabón anti-bacteriano, cualquier jabón es bueno). Asegúrese de que lava bien el área entre los dedos y debajo de las uñas donde a los gérmenes les encanta esconderse. ¡No olvide las muñecas!
- Enjuágese las manos y séquelas bien con una toalla limpia y seca.
- antes de comer y cocinar
- después de ir al baño
- después de limpiar la casa
- después de tocar animales, incluyendo mascotas familiares
- después de visitar o cuidar amigos o familiares enfermos
- después de sonarse la nariz, toser o estornudar
- después de estar afuera (jugando, haciendo jardinería, caminando al perro, etc.)