Fomentar la escritura creativa desde edades tempranas impulsa y desarrolla el aprendizaje de la lengua, desde la amplitud de vocabulario al conocimiento de la estructura y formas que constituyen el idioma. Promueve el gusto por la lectura y acerca géneros y autores literarios.
Junto a la mejora cognitiva, promueve la atención, la memoria, la comprensión, la creatividad, la concentración, la imaginación, el trabajo colectivo…