Algunos especialistas definen la grafomotricidad como el «desarrollo motor fino«, es decir, aquel que aparece cuando el niño ha desarrollado cierta capacidad para controlar los movimientos de su cuerpo, especialmente en manos y brazos. Analizar los procesos que intervienen en la producción de grafías, ayudará a enseñarlos a los más pequeños para que puedan automatizarlos y mejorar su escritura.
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AUTORÍA: @3PTPALCLAUSTRO
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Interiorizar la forma en la que un brazo y una mano se mueven para conseguir una calidad de letra excelente permitirá este objetivo. La grafomotricidad supone un ejercicio de control del aparato motor en los más pequeños, un proceso en donde intervienen aspectos cognitivos, afectivos y psicomotores, del propio sujeto en con capacidad para escribir.
Practicar la grafomotricidad
El comienzo de los ejercicios de grafomotricidad dependerá del grado en el que el niño haya desarrollado control sobre su propio cuerpo. Si es capaz de coordinar sentidos como la vista y el tacto, este puede ser un buen momento para empezar a practicar los primeros ejercicios en este sentido. Estas son algunas actividades con las que sumergirse en este sentido:
– Manipulación de objetos: el niño puede empezar a desarrollar su aparato motor fino manipulando objetos con la mano y los dedos. Artículos como esponjas, tizas, pinceles, ceras y por último lápices, para ir acostumbrándose a ellos.
– Aprender la forma de desplazarse en el universo gráfico. El niño debe aprender a realizar los primeros trazos de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.
– Primeras letras. El niño puede empezar a conocer los trazos básicos para construir letras, aprender a realizar los movimientos necesarios para construir palabras.
En esta primera etapa no hay que poner un fin, simplemente introducir al niño en la grafomotricidad y acostumbrarlo a mover sus dedos y manos de esta forma. Un entrenamiento para que conozca la forma de realizar determinados trazos antes de empezar a interiorizar la forma correcta para alcanzar una buena grafía. También se recomienda en esta fase que los padres lean junto a sus hijos y les muestren las letras para que estas sean reconocidas por su mente y de esta forma se relacione con un tipo de movimiento.