El uso de los sustantivos (nombres) es, con el verbo (acción), la parte más importante dentro de una oración o discurso. Es una palabra que identifica a una persona, animal, lugar, cosa o idea. Aquí, analizaremos más de cerca lo que hace que un sustantivo lo sea, y proporcionaremos algunos ejemplos, junto con algunos consejos para usarlos y diferenciarlos en las oraciones.
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Trabajamos los tipos sustantivos de una forma diferente
Los sustantivos pueden dividirse en seis categorías diferentes a las que denominamos de la siguiente manera:
- Sustantivos comunes y propios
- Sustantivos concretos y abstractos
- Sustantivos individuales y colectivos
- COMUNES: nombran a una persona, animal o cosa, sin que esta llegue a distinguirse del resto de los sustantivos de su clase. Ejemplo: ciudad, ciudades
- PROPIOS: al contrario que los comunes, este tipo de sustantivos si nombran a una persona animal o cosa distinguiéndola del resto de su clase, Veamos: Sevilla o Barcelona son también ciudades, como veíamos en el ejemplo del sustantivo común. Pero son ciudades concretas y no genéricas. Es decir, han sido distinguidas del resto.
- CONCRETOS: designan a una persona, animal o cosa que podemos percibir con claridad por su sonido, por su forma o por su olor. Son tangibles. Ejemplo: grito, rosa, queso
- ABSTRACTOS: Los abstractos, a diferencia de los concretos, no nombran realidades que puedan ser percibidas, sino que se refieren a todo aquello que está más allá de nuestra vista, nuestro gusto o nuestro olfato. Cosas como las ideas o los sentimientos.
- INDIVIDUALES: se encargan de denominar a una sola persona, animal o cosa. Designan a seres o cosas únicas.
- COLECTIVOS: se encargan de nombrar a un conjunto de seres o cosas.