Por qué es importante enseñar economía a los niños y cómo hacerlo

La economía es uno de los pilares fundamentales sobre los que se rige nuestra sociedad. Es a través de ella como se administran los recursos de un hogar, de un país y de todo el planeta y, por tanto, es de vital importancia conocer sus aspectos más básicos.

Todos asumimos que un adulto sabe suficiente de economía y, además, tiene muchos recursos a su disposición para aprender todavía más. Por ejemplo, si una persona adulta desea aprender a invertir en el mercado de valores esta tiene a su disposición una gran cantidad de recursos online para hacerlo. Pero, ¿existe también este tipo de material didáctico dirigido a niños? ¿Es necesario enseñarles economía desde pequeños?

La economía forma parte del mundo que les rodea

Al igual que todos, los niños están en constante contacto con conceptos como dinero, ahorro, gasto, etc. Hablarle de ello no solo saciará su curiosidad, si no que también les dará mucha más autonomía y comprensión acerca de su entorno.

La economía puede ser también una manera muy práctica de fomentar su interés por las matemáticas, ya que ver que son capaces de aplicar estos conocimientos en el mundo real puede ser muy satisfactorio para ellos.

Por dónde empezar

Como veremos a continuación, enseñar economía a los más pequeños no tiene porqué ser difícil ni aburrido. 

La hucha de las preguntas

Tarde o temprano su propia curiosidad nos pondrá en la tesitura de tener que hablarle sobre algún que otro concepto relacionado con la economía. Este puede ser más o menos difícil de explicar, o puede que no siempre estemos inspirados en ese momento.

Para evitar explicaciones apresuradas o dejarles sin contestación, podemos pactar “dejarlas en la hucha”: un recipiente donde depositaremos las preguntas para resolverlas más tarde y así tener tiempo de formular una buena explicación o buscar material para apoyarla y hacerla más amena.

Jugar a las tiendas

No hay mejor forma de enseñar a los niños cómo funcionan el dinero y el comercio que el viejo juego de “ir a comprar”. Podemos valernos de juguetes o aprovechar para hacer manualidades a la hora de representar los bienes de consumo, las monedas y billetes o la caja registradora.

Dar una pequeña responsabilidad

Puede ser una pequeña paga o encargarles cuidar de las monedas sueltas y de menor valor de la casa. Pueden gastarlo en pequeños caprichos o simplemente guardarlo, lo importante es que aprendan a administrarlo y vean de primera mano qué sucede si gastan demasiado o si deciden ahorrarlo.