Mejora la capacidad de planificación y organización: las funciones ejecutivas permiten a las personas planificar y organizar sus tareas de manera efectiva, lo que aumenta su productividad y eficiencia.

Fortalece la capacidad de tomar decisiones: las funciones ejecutivas también ayudan a las personas a tomar decisiones más informadas y a evaluar las consecuencias de sus acciones.

Mejora la capacidad de flexibilidad cognitiva: las funciones ejecutivas permiten a las personas adaptarse fácilmente a nuevas situaciones y cambios en el entorno.

Ayuda a controlar impulsos: las funciones ejecutivas también ayudan a las personas a controlar sus impulsos y a evitar acciones impulsivas que puedan tener consecuencias negativas.

Mejora el rendimiento académico y laboral: las habilidades ejecutivas son esenciales para el rendimiento académico y laboral, ya que ayudan a las personas a planificar, organizar y cumplir sus metas y objetivos.