La nueva ley educativa LOMLOE, aprobada en España en 2020, promueve una educación más personalizada, inclusiva y orientada al desarrollo integral del alumnado. En este sentido, una herramienta fundamental para lograr estos objetivos es la evaluación por rubricas del trabajo diario en clase.

La evaluación por rubricas consiste en una herramienta que permite evaluar de manera objetiva y precisa el desempeño del alumnado en diferentes tareas o actividades, mediante la descripción detallada de los criterios que se utilizarán para valorar su trabajo. Esto permite que el alumnado conozca de antemano las expectativas del docente en cuanto a su desempeño, así como los aspectos que serán valorados en la evaluación.

Una de las principales ventajas de la evaluación por rubricas es que permite una mayor precisión en la valoración del trabajo del alumnado, ya que se consideran diferentes aspectos del desempeño, como la calidad del contenido, la presentación, el esfuerzo, la participación, entre otros. Además, la evaluación por rubricas permite que el alumnado reciba una retroalimentación más clara y específica sobre su desempeño, lo que les ayuda a identificar sus fortalezas y debilidades, y a mejorar su aprendizaje de manera significativa.

En la nueva ley educativa LOMLOE, se hace hincapié en la importancia de una evaluación inclusiva y equitativa, que considere las necesidades y características individuales del alumnado. En este sentido, la evaluación por rubricas permite una mayor flexibilidad en la valoración del trabajo del alumnado, ya que se pueden establecer diferentes criterios de evaluación para atender las necesidades específicas de cada estudiante.

Además, la evaluación por rubricas promueve una mayor participación del alumnado en su propio proceso de aprendizaje, ya que les permite conocer de manera clara y concreta los criterios de evaluación y los objetivos a alcanzar. Esto les ayuda a enfocar sus esfuerzos y a trabajar de manera más autónoma y responsable.

En conclusión, la evaluación por rubricas es una herramienta fundamental en la nueva ley educativa LOMLOE, ya que promueve una evaluación más objetiva, precisa, inclusiva y orientada al desarrollo integral del alumnado. Esto permite que los estudiantes reciban una retroalimentación más clara y específica sobre su desempeño, identifiquen sus fortalezas y debilidades, y trabajen de manera más autónoma y responsable en su propio proceso de aprendizaje.