Las funciones ejecutivas son habilidades cognitivas fundamentales que nos permiten planificar, organizar, tomar decisiones, controlar nuestras acciones y resolver problemas. Estas habilidades son cruciales en todas las etapas de la vida, pero su desarrollo temprano en la infancia es de particular importancia.

Los niños que pueden mantener la atención, organizar sus pensamientos y resolver problemas de manera efectiva tienen más éxito en el aprendizaje. Estas habilidades les permiten concentrarse en las tareas, comprender conceptos complejos y expresar sus ideas de manera clara.

El desarrollo de estas habilidades no solo mejora el rendimiento académico, sino que también contribuye al pensamiento crítico, la autorregulación emocional y la toma de decisiones informadas. Al trabajar en el fortalecimiento de las funciones ejecutivas desde una edad temprana, estamos preparando a los niños para enfrentar con confianza los desafíos de la educación y la vida, y para desarrollar su máximo potencial.