Trabajar la grafomotricidad en educación infantil es fundamental como paso previo a la escritura. La grafomotricidad se refiere al desarrollo de habilidades motoras finas necesarias para el control del lápiz o el bolígrafo al escribir. Aquí está la importancia de trabajarla:
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Desarrollo de destrezas motoras finas: La grafomotricidad ayuda a los niños a desarrollar y fortalecer los músculos de las manos y los dedos, lo que les permite tener un mejor control del lápiz y realizar movimientos precisos al escribir.
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Coordinación mano-ojo: Al practicar actividades de grafomotricidad, los niños mejoran su coordinación entre la mano y los ojos, lo que les permite seguir líneas, trazar formas y copiar letras de manera más precisa.
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Preparación para la escritura: Al dominar los movimientos básicos de la grafomotricidad, los niños adquieren las habilidades necesarias para formar letras y números de forma correcta y legible. Esto les proporciona una base sólida para el aprendizaje de la escritura posteriormente.
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Mejora de la concentración: Las actividades de grafomotricidad requieren atención y concentración por parte de los niños, lo que contribuye a desarrollar esta habilidad crucial para el aprendizaje en general.
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Estimulación cognitiva: Al realizar trazos y seguir patrones, los niños también están estimulando su pensamiento lógico y su capacidad de análisis. La grafomotricidad promueve el desarrollo de habilidades cognitivas importantes.
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Desarrollo de la creatividad: Las actividades de grafomotricidad también pueden ser una oportunidad para que los niños exploren su creatividad al trazar líneas, formas y patrones de diferentes maneras, lo que fomenta su expresión artística y su imaginación.