Conocer al profesor al inicio del curso es crucial para establecer una relación positiva y de confianza. Esta actividad no solo rompe la barrera inicial entre los alumnos y el maestro, sino que también humaniza al profesor, mostrando que es una persona con intereses y experiencias similares a las de los alumnos. Este conocimiento mutuo fomenta un ambiente de respeto y colaboración en el aula, esencial para un aprendizaje efectivo.
Para los profesores, esta actividad es una excelente oportunidad para presentarse de una manera personal y cercana. Responder a las preguntas de los alumnos permite al maestro mostrar su lado humano y accesible, lo cual es fundamental para crear un clima de confianza y respeto. Además, conocer los intereses y curiosidades de los alumnos a través de sus preguntas puede proporcionar al profesor valiosa información para adaptar sus métodos de enseñanza y conectar mejor con los estudiantes.