Las Escuelas de Negocios también son conocidas por el anglicismo Business Schools. Se trata de centros especializados en los que el contenido formativo que se imparte al alumnado está vinculado con disciplinas relacionadas con el sector económico y gestión empresarial. Sin embargo, algunas escuelas optan por ofrecer una preparación más especializada que otras. Así pues, las hay, por ejemplo, aquellas que se centran en las finanzas y el marketing mientras que otras incorporan temario enfocado en la digitalización y transformación del sector de la empresa. Estas últimas buscan actualizar su oferta formativa ajustándose a la realidad tecnológica e informática imperante.
Lo que no tiene discusión es que la mayoría de las Escuelas de Negocios más prestigiosas han alcanzado su reconocimiento gracias al nivel de calidad académica de los programas MBA, es decir, de los Máster en Administración de Negocios (Master in Business Administration), por el perfil docente de elevada experiencia y también por fomentar la investigación y la innovación en técnicas y procesos de gestión. Ahora bien, están presentes muchos otros factores que afectan a la reputación de una Escuela de Negocios así como a la excelencia de la formación profesional y perfil de sus graduados.
A continuación, están los aspectos claves a considerar en el momento de decantarse por una de las Escuelas de Negocios en la que formarse.
¿Qué define a una buena Escuela de Negocios?
Los puntos clave que definen el prestigio de una Business School y su capacidad de influencia en la preparación académica son:
- Uno de los aspectos más importantes es la preparación y competencia de los docentes con los que cuenta la Bussiness School. Es vital que demuestren un perfil profesional y docente, con sus correspondientes certificados y cualificaciones. También es relevante que hayan tenido un largo recorrido y experiencia laboral, ya que así podrán formar a los estudiantes acorde a la demanda actual del mercado.
- Se trabaja en grupos reducidos, no superiores a 20-25 personas por aula. Así, el equipo docente puede impartir la formación de manera más homogénea, promoviendo una alta participación e intercambio de experiencias y atención de necesidades individuales de todo el alumnado.
- Otro de los factores importantes es la internacionalización. En un mundo globalizado, es necesario que los estudiantes sean capaces de desenvolverse con actuales y futuros profesionales extranjeros. Los programas formativos con posibilidades de asistir a sesiones o realizar prácticas en otros países juegan un rol importante en este caso.
- Es interesante que cuenten con una opción de clases online. De esta forma, en cualquier situación de no poder impartir clases presenciales, el alumnado no se quedaría «colgado», sino que podría seguir las clases telemáticamente y en tiempo real si interrumpir el proceso de enseñanza aprendizaje.
- El programa ha de ser general, pero también específico. Esto significa que el estudiante ha de adquirir nociones globales, una visión general del mundo y la gestión empresarial, pero también ha de poder especializarse en las áreas que más le interesen de cara a su futuro laboral y profesional.
- También es muy interesante tener en cuenta si la Escuela de Negocios cuenta con asociación y/o vinculación con compañías, empresas, negocios… actualmente en funcionamiento, con el propósito de que los estudiantes puedan beneficiarse mediante prácticas en el puesto de trabajo o bien, a través de conferencias de profesionales que trabajen en dichas empresas o incluso tener sólo la opción de realizar visitas puntuales a empresas de todo tipo, tamaño y sector. En muchos casos, representa una oportunidad atractiva el acceso a información y opciones laborales en bolsas de trabajo gestionadas por las mimas empresas.
- Muchas Escuelas de Negocios cuentan con sus propios programas de becas. Si no tienen becas, suelen ofrecer descuentos para así reducir el coste elevado de ciertos másteres u otras opciones y formatos de programas formativos de corta y larga duración.
- En algunos casos, las Business Schools colaboran con instituciones referentes como es el caso de La Caixa, Iberdrola, Círculo Formación… y otras tantas organizaciones comprometidas con impulsar la formación académica a nivel de postgrado de perfiles técnicos, ejecutivos y directivos con el objetivo de mejorar su desempeño en puestos de media y alta responsabilidad.
- Un aspecto que también debe tenerse en cuenta es si la Escuela de Negocios promueve por su propia cuenta (o en colaboración con otras entidades, por ejemplo, del sector financiero, tecnológico y otros), proyectos o actividades diversas que demanden el aporte de conocimientos y propuestas innovadoras por parte de los alumnos mediante la realización de trabajos puntuales. En muchos casos, estas ideas de proyectos pueden servir de insumo para llevar adelante proyectos fin de máster de forma individual o grupal a lo largo de un curso académico y cumplir con los requisitos de graduación.
- Una Escuela de Negocios de prestigio ha de enseñar a los estudiantes todas las herramientas necesarias para que hagan frente a un entorno económico VUCA: volátil, con incertidumbre, complejo y ambiguo. Para ello, se fomente la capacidad de adaptación y visión de futuro para responder con creatividad y solvencia que permitan siempre llevar a las empresas a una situación mejor.
- Es importante que partan de un concepto de employer branding, un término muy característico, por ejemplo, del mundo del diseño gráfico (la construcción de una identidad corporativa y de una marca personal). De esa forma, aportan un gran valor a su curriculum para presentarse ante cualquier proceso de selección con perfiles altamente competitivos.
En definitiva, las mejores Escuelas de Negocios han de desarrollar ambientes de aprendizaje con equipos docentes competentes que faciliten dinámicas de trabajo innovadoras que integren el design thinking, los espacios de trabajo cambiantes, mutables, y ágiles con la premisa de elevar los niveles de desempeño y productividad de las personas y, por tanto, alcanzar mejoras significativas en los resultados de las empresas.