La educación emocional es una parte esencial de la educación de cualquier persona y en especial, de los niños. Para conseguir ser emocionalmente competentes se requiere práctica continua, por lo que este tipo de aprendizaje debe iniciarse en los primeros años de vida y estar presente durante toda ella.
Aunque el término Educación Emocional empezó con Goleman, ya antes se habían realizado propuestas para integrar aspectos socioafectivos en el currículum en nuestro país y en otros. Sin embargo, aún queda mucho por hacer pues hay aspectos que no se trabajan o no se trabajan lo suficiente en las escuelas, debido en gran medida a la falta de formación en este campo, tanto de profesores como de alumnos.
La educación emocional es una innovación educativa que responde a necesidades sociales no atendidas en las materias académicas ordinarias. (Bisquerra, 2003, p.8). Las emociones negativas son inevitables, por lo que es necesario aprender a identificarlas, regularlas y expresarlas de forma apropiada.
Las positivas son la base del bienestar subjetivo, por lo que se propone trabajar la educación emocional en las escuelas como objetivo para conseguir dicho bienestar. Diversos autores y estudios confirman que a mayor desarrollo emocional, mayores habilidades sociales, menor número de conflictos y conductas disruptivas, mejor convivencia escolar, mejor rendimiento académico y, en definitiva, mejor desarrollo integral del niño.
Calendario de actividades emocionales junio 2024
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