Los detonantes o detonadores de las situaciones de aprendizaje son eventos o experiencias que generan un interés en el estudiante y lo motivan a aprender algo nuevo. Estos detonantes pueden ser desde un acontecimiento cotidiano hasta una experiencia significativa o un interés personal.

Partir de un detonante cercano al alumno es una estrategia efectiva para desarrollar situaciones de aprendizaje porque ayuda a que el estudiante se sienta más relacionado con el contenido y aumenta su motivación y compromiso en el aprendizaje. Al utilizar un detonante cercano, el alumno puede experimentar el proceso de aprendizaje desde una perspectiva más personal, lo que a su vez mejora su comprensión y retención de la información.

Además, al partir de un detonante cercano al alumno, se pueden identificar sus intereses y preferencias, lo que permite a los docentes adaptar su enseñanza de manera más efectiva. Esto también permite al docente conocer mejor a su estudiante, lo que a su vez puede mejorar la relación entre el docente y el alumno y fomentar un ambiente de aprendizaje positivo y colaborativo.

En conclusión, utilizar detonantes cercanos en el desarrollo de situaciones de aprendizaje es una estrategia efectiva para mejorar la motivación, la comprensión y la retención de la información por parte del alumno. Al partir de un detonante cercano al alumno, se puede personalizar la enseñanza de manera más efectiva y mejorar la relación entre el docente y el alumno.