Los niños diagnosticados con TDAH son a menudo etiquetados como molestos, inatentos o desganados. Es crucial que los docentes entiendan qué significa el TDAH para poder tener una perspectiva diferente sobre el asunto. En este contexto, los maestros deben distinguir entre la mala conducta que es intencionada y la que es involuntaria (Ramírez, 2011). La conducta intencionada surge cuando los niños eligen no actuar según las indicaciones dadas. Mientras que la mala conducta involuntaria, resultado del TDAH que el niño sufre, lleva a consecuencias no deseadas, a menudo más desafiantes de manejar. El niño no busca intencionalmente causar problemas, y la habilidad del maestro para comprender y reconocer esto contribuirá a tener expectativas realistas sobre su comportamiento. Sin embargo, la mala conducta involuntaria, derivada del TDAH, necesita ser abordada con técnicas y estrategias educativas pertinentes, por los educadores y los padres.

Marco, Grau y Presentación (2011) destacan que los síntomas del TDAH durante la educación primaria pueden causar retraso o deterioro en: la evolución de las funciones ejecutivas (como falta de inhibición y autocontrol conductual), el avance en habilidades comunicativas (problemas en el lenguaje receptivo, expresivo y pragmático), el progreso motor (desbalances, dificultades visomotoras, velocidad de movimientos limitada, ritmo y precisión) y el desarrollo socioemocional (dificultades en el comportamiento social y baja autoestima). La tabla os dejamos, presenta las características más notables de los niños con TDAH según el síntoma predominante.»