Cada tarjeta presenta un pictograma que representa una conducta específica, como escuchar atentamente, esperar turno, levantar la mano, entre otros. Estas imágenes son fáciles de entender y pueden ser utilizadas tanto por docentes como por los propios estudiantes para recordar y reforzar las conductas adecuadas en diferentes situaciones.

Trabajar el control de conductas es fundamental para crear un ambiente de aprendizaje positivo y productivo en el aula. Con estas tarjetas, los estudiantes podrán desarrollar habilidades de autorregulación, mejorar su capacidad para seguir instrucciones y fortalecer su autocontrol.

Estos recursos visuales ofrecen una serie de beneficios que pueden ayudar significativamente en el desarrollo y el aprendizaje de los estudiantes con TEA. Las personas con TEA suelen ser aprendices visuales, lo que significa que procesan la información de manera más efectiva a través de estímulos visuales. Las tarjetas con pictogramas proporcionan un apoyo visual claro y conciso que puede ayudar a los estudiantes a comprender mejor las instrucciones y las expectativas.

Para los estudiantes con dificultades en el lenguaje verbal, las tarjetas con pictogramas pueden servir como un medio alternativo de comunicación. Estos recursos les permiten expresar sus necesidades, deseos y emociones de manera más efectiva, lo que puede reducir la frustración y fomentar la participación en el aula. Al proporcionar instrucciones y recordatorios visuales, las tarjetas con pictogramas pueden ayudar a los estudiantes con TEA a desarrollar habilidades de autoayuda y promover la independencia en tareas cotidianas, como seguir una rutina, completar una tarea o resolver un problema.